¿Para qué escribo? Para contar mi historia, una más entre tantas historias de madres, pero no una cualquiera porque es la que me toca. Para contactar madres o padres de la blogósfera, cual botella al mar. Para mantener mi escritura activa. Para registrar momentos mientras mis chiquitos crecen vertiginosamente rápido.

viernes, 16 de junio de 2017

Tener hijitos ¡es muy divertido!

Una foto hermosa que subió a Instagram una mamá conocida, y una frase que escribió ("nadie habla de lo divertido que es tener hijitx") me sirvieron como disparadores para reflexionar. Leo varios blogs de maternidad, y si bien es cierto que a veces publicamos anécdotas graciosas de nuestros retoños, también es verdad que la función predominante del género blog de maternidad suele ser el desahogo, la queja, la cantinela... y reconozco que no soy la excepción.

Por eso hoy sí quiero hablar de lo divertido que es maternar.
Porque ser mamá puede ser desafiante, cansador y todo lo que quieran, pero las recompensas ¡son incomparables!

"¿Quién necesita un manual de estimulación
cuando hay una hermana mayor en casa?"
Una de las cosas que más me divierte es escuchar hablar a los chicos. Hasta hace algún tiempo, llevaba un cuadernito con las frases que Dani iba diciendo, desde sus primeras palabras hasta las reflexiones cuando nació su hermanito. Confieso que en la actualidad ya no anoto nada, ¡y eso que se la pasa hablando! Pero es porque suelta una tras otra joyita, ¡y no me da tiempo a anotarlas! Por ejemplo, se dio cuenta de que tanto al papá como a mí nos encanta responder sus preguntas. Entonces empieza diciendo: "Mami, tengo una MUY BUENA, PERO MUY BUENA pregunta" y suelta cosas que dan para discutir y charlar largo rato, como "¿Por qué tenemos que bañarnos?" "¿Por qué nos gusta pintar?" "¿Quién inventó las casas?". Siguen largas ¡y divertidas! conversaciones.
¡Amo la hora de la comida!
Otra cosa cada vez más divertida es ver y escuchar interactuar a los hermanitos. Las caras de asombro y maravilla que pone Quiqui ante las payasadas de su hermana, por ejemplo. Hace un par de sábados, me despertaron las vocecitas de mis hijos desde su cuarto: el gordo en la cuna hacía sonidos y Dani dialogaba con él, "¿Te despertaste, gordo? Mamá y papá están durmiendo, ¡pero estás con tu hermana mayor! Mirá, tengo un libro que se llama "Mayor y menor", son dos hermanos, ¿ves?..." (ruido de hojas). Estuvieron largo rato jugando solitos mientras mi marido y yo hacíamos fiaca y sonreíamos escuchándolos.
Me divierte jugar juegos de mesa con Dani. Me divierte cocinar (¡siempre me gustó!) y ahora más porque tengo que pensar menúes aptos para un bebé de 8 meses, y trato de hacerlos lo más variados y ricos posible. Dani a veces cocina conmigo... ¡aunque después no quiera probar lo que preparamos! Me divierte mucho poder ir a la plaza si el día está lindo -reconozco que soy mejor mamá "de exteriores" que "de interiores". Me divierte verlos fascinados con mi gata (aunque a ella no le divierte NADAAAA el acoso de mis niños). Me divierte quedar empapada cuando lo baño a Quiqui porque a él le encanta chapotear y salpicar lo más lejos posible.
Lo más lindo de ser mamá es cuando estamos los cuatro juntos, bailamos escuchando cualquier música, agarramos el auto y nos vamos a algún lindo lugar al aire libre, o pensamos planes que nos puedan gustar a todos. No se me hubiera ocurrido ver un show de química en un museo, sacar entradas para una obra de teatro para bebés, subirme a la calesita, sacarme una foto con Mafalda en pleno San Telmo, disfrazarme de Batman o de vaquera, diseñar collares o volver a coleccionar figuritas si no fuera por Dani y por Quiqui.
Sin palabras :)

Es cierto que cuando te convertís en mamá no siempre te queda tiempo para las cosas que antes solían divertirte. Pero la verdad es que casi no extraño esas cosas. Tengo suficiente diversión en casa con mis chiquis. 

¿Y a ustedes? ¿Qué parte de ser mamás o papás les resulta más divertida?

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